lunes, 23 de abril de 2012

Parpadear y descansar la vista para evitar la sequedad ocular

Parpadear frecuentemente y hacer un descanso breve cada hora, dirigiendo la mirada lo más lejos posible del ordenador son dos recomendaciones para evitar la sequedad ocular, señalan expertos de la Clínica Coro.






"Cuando estamos delante del ordenador el parpadeo medio es de 5 veces por minuto, mientras que cuando estamos manteniendo una conversación es de 22 veces, lo que provoca que nuestro ojo genere poca lágrima y que aumente la sequedad del ojo", ha argumentado la directora de la Clínica Coro, Milagros Ramos.

Por otra parte, los cambios hormonales producidos durante el embarazo, o la menopausia también suelen aumentar el riesgo de padecer ojo seco. Mientras que, en el embarazo o en la toma de la píldora anticonceptiva, el problema se soluciona con el uso de lágrimas artificiales, en la menopausia es posible tener que recurrir a los tapones en el lagrimal, "que provocan que las lágrimas no se pierdan y se mantenga el ojo húmedo", ha señalado Ramos.Asimismo, una alimentación poco saludable es otro de los factores determinantes del síndrome del ojo seco, al condicionar la calidad de la película grasa que recubre la lágrima. Si esta película no está bien formada, la lágrima se evapora con facilidad y, por tanto, el ojo deja de tener la humedad óptima y deseada. En este caso, es recomendable aumentar la ingesta de alimentos ricos en Omega 3, como el pescado.Por último, la calefacción, el aire acondicionado o la contaminación del medioambiente también influyen en el desarrollo de la patología del ojo seco, por lo que Ramos recomienda "tener varios recipientes con agua repartidos por el lugar donde nos encontremos para humedecer el ambiente y evitar que aparezcan las molestias oculares".

jueves, 12 de abril de 2012

Emetropizacion (I)

En esta ocasion explicaremos un poco sobre el proceso de emetropizacion y la correccion de la hipermetropia en los bebes entre 0 y 24 meses.

La emetropización es el proceso mediante el cual se produce la desaparición del error refractivo neonatal, el cual lejos de considerarse una excepción se considera normal durante el desarrollo inicial. Entre la infancia y la adolescencia la distribución en los errores refractivos se estrecha y cambia hacia la normalidad, presentando la mayoría de los niños en edad escolar emetropía o ligeras hipermetropías.






Nos interesa esclarecer si a estas edades tan tempranas se puede influir con una posible compensación óptica en la desaparición normal del error refractivo neonatal mediante la paralización del proceso de la emetropización. Para ello se debe determinar si es la emetropización un proceso activo sobre el que se puede actuar y por tanto, susceptible de ser paralizado, o si es más bien un proceso pasivo que evoluciona ajeno a cualquier compensación óptica que prescribamos.

Numerosos estudios realizados con animales (pollos, cerdos guineanos, gatos, Tree shrews) apoyan la existencia de un mecanismo activo de emetropización, ya que se han detectado en animales jóvenes respuestas compensatorias del crecimiento del ojo para enfocar errores refractivos inducidos.

Los monos por su parte, se presentan como el único modelo animal capaz de predecir el comportamiento humano. Se ha demostrado que estos mamíferos también tienen un mecanismo activo de emetropización en el que solo pequeñas cantidades de desenfoque pueden ser compensadas de esta forma.

Experimentos no invasivos realizados con humanos en los últimos años, han demostrado que:

1. Los cambios en el error refractivo neto total durante la emetropización se producen fundamentalmente por cambios en la longitud axial del ojo (crecimiento del ojo).
2. El aumento de la longitud axial depende de la cantidad de ametropía presente a los 3 meses de edad. Produciéndose los cambios a mayor velocidad en aquellos pacientes con errores refractivos más elevados.

                                  



La relación entre la hipermetropía inicial, el crecimiento axial y los cambios refractivos netos, muestra evidencias acerca de un proceso de emetropización activa en los humanos similar al observado en los animales de experimentación. Existiendo para nosotros unos rangos de actuación inferiores en relación a los observados en animales de experimentación entorno a +5.00D.

Los resultados obtenidos advierten una forma de tratamiento conservadora en lo referente a la prescripción de lentes oftálmicas en niños pequeños con edades comprendidas entre los 0 y los 24 meses.

En proximas entradas seguiremos comentando aspectos sobre este tema.

lunes, 2 de abril de 2012

Cómo se desarrolla el sistema visual

La visión se desarrolla en el sentido evolutivo, en unas fases y en un orden bien determinados hasta la madurez, en constante interacción con el entorno y otras funciones del organismo.
A continuación os explicamos las 5 fases que experimentan los niños desde su nacimiento:
1) Desde el nacimiento hasta los tres meses de vida
Al nacer el niño es sensible a la luz, presenta una agudeza visual casi nula, A partir de la cuarta semana, es capaz de seguir un objeto en movimiento dentro de su campo visual. Es una etapa monocular en la que se debe dar la misma opción de estimulación a un ojo y al otro; son importantes cosas como, por ejemplo, cambiar la posición de la cuna en la habitación (así va mirando la luz de la ventana y la luz de la puerta desde distintos ángulos, fomentando que los dos ojos se estimulen por igual).



2) Desde los 3 meses hasta 1 año
Entra en juego la manipulación y la locomoción. El niño empieza a coger objetos, , esto le va a permitir utilizar los dos lados del cuerpo y los dos ojos de forma coordinada. Esta locomoción implica coordinación y control neurológico, motor y visuomotor.
A nivel visual hacia los 6 meses, los ojos empiezan a trabajar los dos a la vez
(etapa binocular), los ojos se alinean y empiezan a mirar simultáneamente.



3) De 1 a 3 años
El niño mantiene un equilibrio más preciso entre el lado derecho y el lado izquierdo



4) De 3 a 6 años
Se desarrolla completamente toda la visión, la percepción del espacio visual orientado, el esquema corporal, la lateralidad y direccionalidad.
A los 6 años se acaba el desarrollo de las capacidades visuales, el niño deberá estar preparado para enfrentarse a las exigencias escolares, que son eminentemente visuales.


5) Desde los 6 a los 12 años
Tiene lugar la madurez del sistema visual. En esta etapa se debe consolidar una visión eficaz, que irá ligada con el buen rendimiento escolar.


Se debe observar el niño en las etapas de desarrollo ya que si hay un fallo en éste, su recuperación será más eficaz cuanto más precozmente pueda ser tratada. Por ello, se recomienda si no se observa ninguna anomalía antes, hacer un primer examen visual a los 3 años antes de iniciar la educación infantil y a los seis años, edad en que empieza la educación primaria.